FERNANDO LUGO, FALSO IZQUIERDISTA, RECIBE A UN ESPECIMEN DE SU PROPIA ESPECIE, A QUIEN LA MISMA PRENSA NEOLIBERAL Y PITIYANQUI APLAUDE COMO BUEN DISCÍPULO.
Neoliberalismo reincidente
Danilo Arbilla
Desde el Cono Sur. En estos días y por estos lares, la Editorial Sudamericana lanza el último libro de Carlos Alberto Montaner, "La libertad y sus enemigos".
En poco más de trescientas páginas el periodista y escritor cubano radicado desde 1970 en Madrid, realiza una acabada y lúcida puesta a punto del pensamiento liberal y su irrupci ón en América Latina por los años 90. Montaner en su libro no elude el tema del neoliberalismo y dice que se "trata de una etiqueta negativa muy hábil y falazamente construida". Añade que es "en la acepción que hoy tiene la palabreja en América Latina, un término de batalla creado por los neopopulistas para descalificar sumariamente a sus enemigos políticos".
Para el autor, consiste en "una demagógica invención" de "representantes del trasnochado pensamiento estatista, con frecuencia llamado 'revolucionario', acuñada para poder desacreditar cómodamente a sus adversarios atribuyéndoles comportamientos canallescos, actitudes avariciosas y una total indiferencia ante la pobreza y el dolor ajenos". Da un ejemplo: "Tan ofensiva ha llegado a ser la palabra, y tan rentable en el terreno de las querellas políticas, que en la campaña electoral que en 1999 se llevó a cabo en Venezuela, el entonces candidato Chávez, después flamante presidente, acusó a sus contrincantes de 'neoliberales', y éstos, en lugar de llamarle 'fascista' o 'gorila' al militar golpista, epítetos que se había ganado a pulso con su sangrienta intentona cuartelera de 1992, respondieron diciéndole que el neoliberal era él". Hablando de los liberales, Montaner, quien desde 1992 es vicepresidente de la "Internacional Liberal", nos dice que estos "creen que el gobierno debe ser reducido" y que "la historia demuestra que a mayor Estado, mayor corrupción".
Precisamente, en estos días y por estos lares, este tema de la corrupción está haciendo "bailar en la cuerda floja" al gobierno brasileño. Como que el "fenómeno" Lula se resquebraja y que la corrupción no tiene ideología.
¿Será que en todos lados se cuecen habas? Porque Lula, como Chávez, Kirchner y Tabaré Vázquez, conforman, según sus voceros, el "eje" progresista encargado de combatir el neoliberalismo y la corrupción que para ellos son una misma cosa.
Pero hete aquí que parece que Lula ahora es "neoliberal", o casi, o un "neoliberal" en formación si nos atenemos a lo que afirma James Petras, quien entre otras cosas sostiene que el gobierno del PT ha atacado a los funcionarios públicos como nunca lo hicieron los gobiernos anteriores.
Petras, profesor de la Universidad del Estado de Nueva York, ex miembro del Tribunal Russel, colaborador de Salvador Allende y militante izquierdista de toda la vida, desde su época de estudiante de Berkeley por la década del 60, ha dicho que lo de la corrupción en Brasil no le sorprende.Para el académico, "una vez que entras en la política liberal de profundidad, y a atacar la legislación laboral, la legislación de salarios y todo lo demás, necesariamente tienes que aliarte con la derecha y para mantener a la derecha fiel a la política de gobierno, hay que pagarles, ellos no entienden nada de compromisos ideológicos, entonces es normal que la corrupción del PT, el gobierno de Lula, esté subvencionando a los diputados".
"No es la única cosa que van a descubrir". Petras es lapidario. Según él, Brasil no tiene vuelta: "una vez que abandonas la política del pueblo, de la izquierda, y empiezas a marchar con la derecha, todo se permite".
Y pensar que hay gente que cree que Lula es de izquierda.Lo bueno para la prensa y los periodistas es que los gobiernos ya no nos hacen responsables de todos su errores y fracasos; algunos se los achacan al "neoliberalismo".
El autor es director del diario Búsqueda de Uruguay
No hay comentarios:
Publicar un comentario