sábado, 21 de agosto de 2010

LA IZQUIERDA TRANSGÉNICA DE FERNANDO LUGO

Muchos afirman que la biotecnología es la respuesta, pero no aclaran cuál es la pregunta, sobre todo aquellos que afirman que con ella se logrará combatir el hambre en un mundo donde muchos no pueden alimentarse y no por falta de comida, sino por falta de dinero para comprarla.
Basta mencionar que muchos países industrializados prefieren quemar reservas de granos antes que soportar una baja de su precio en el mercado internacional.

Otro que se tragó el cuento de los voraces traficantes de granos es el cura Fernando Lugo, quien defendió en sus recientes discursos a la biotecnología de los transgénicos y pesticidas contaminantes.

A contramando del discurso de la izquierda paraguaya, Fernando Lugo se declaró partidario del modelo agro-exportador impuesto por las empresas multinacionales, y defendió encendidamente a los productores de soja transgénica en un discurso del fin de semana.

"Lugo reconoce valor de la soja" informan los titulares desde Paraguay.

Ya a principios de su gobierno, derogó las normas para regular el uso de plaguicidas en Paraguay, dejando a la población campesina indefensa ante los tóxicos y obsoletos pesticidas utilizados por los voraces dictadores de Sojalandia.

Ahora, una pública defensa del modelo monoproductor, contaminante y anti-ecológico que promueven las grandes transnacionales con sus venenos y semillas transgénicas.
Es que estamos ante todo un "izquierdi$ta" a la medida de Monsanto.

LINFOMA MALIGNO Y BIOTECNOLOGÍA
La defensa que Lugo realiza de la biotecnología, no obstante, no se compadece con el dramático momento personal que vive, luego de que se le diagnosticara un linfoma maligno en el cual aquella tiene mucho que ver.

A pesar de que padece un cáncer linfático bien relacionado por los científicos con el abuso de los agrotóxicos, Fernando Lugo no escarmienta, y alaba en un discurso a los traficantes de granos que cultivan soja transgénica en Paraguay.

Ya a principios de su gobierno derogó una normativa que regulaba la utilización de estos venenos en Paraguay, dejando indefensa a la población rural ante todo tipo de venenos obsoletos.

A propósito del tema, un estudio reciente, publicado en el Journal of American Cancer Society por eminentes oncólogos suecos, reveló una clara relación entre glifosato utilizado como pesticida en el cultivo de transgénicos y el linfoma no Hodgkin (LNH), la forma de cáncer que Lugo padece.

Los investigadores sostienen que la exposición al herbicida incrementa los riesgos de contraer LNH y, dado el creciente aumento de su uso mundial desde que se hizo este estudio, urge la necesidad de realizar nuevos estudios epidemiológicos. El hallazgo se basó en un estudio/control de casos poblacionales conducido en Suecia ya entre 1987 y 1990.

Sus autores concluyeron que “la exposición al herbicida incrementa el riesgo de padecer LNH”.

LA IZQUIERDA TRANSGÉNICA
También la inmoralidad sigue pasando factura al cura Fernando Lugo, falso izquierdista enfermo de un avanzado cancer maligno, otrora presentado como impoluto referente moral.

En tres laboratorios se analizarán las muestras de ADN del presidente de la República Fernando Lugo, en la demanda de filiación promovida por Damiana Hortensia Morán. La mujer reclama la paternidad de su hijo menor. La jueza de la Niñez y Adolescencia del 5º Turno de Asunción, Ana Ovelar, resolvió que se realicen los análisis el 24 de agosto próximo.

Fernando Lugo, que había sido presentado como un referente moral por sus fanáticos seguidores, acabó revelado como un adicto a las "criaditas para todo uso" luego de que aparecieran varias mujeres reclamando que reconozca la paternidad de sus hijos.

El movimiento del cura afirmaba pertenecer a la corriente del socialismo del siglo XXI, pero los cabecillas del mismo constituían viejos beneficiarios de los dólares imperialistas distribuidos por la embajada norteamericana de Asunción, aglutinados sobre todo en Tekojoja y Pmas, y la mayoría de los referentes de ONG cuya promoción es supervisada por la prensa subsidiaria del National Endowment for Democracy y la SIP. Todos ellos, naturalmente, presionables lacayos de las corrientes de opinión impulsadas por el establishment, incapaces de soportar un bloqueo mediático de la prensa amiga del imperio.

Su fraudulenta adscripción al chavismo, a la izquierda latinoamericana y a la teología de la liberación, pronto acabó desmentida en los hechos con sus alianzas con Estados Unidos y Colombia, para combatir a una guerrilla de inspiración marxista y bolivariana que declaró la guerra al gobierno y acusó a Lugo de ser “un payaso vendido a la oligarquía”.

Verdadero maestro del travestismo político, finalmente Lugo acabó ahora desairando el discurso de las ONG y los movimientos de izquierda que lo catapultaron al poder, aplaudiendo el modelo monoproductor y contaminante de las grandes multinacionales, usurpadoras de la soberanía agro-alimentaria de los países de tercer mundo.

Si un transgénico es un alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otras especies para producir una característica deseada, la izquierda luguista pertenece a ese mismo tipo de productos, considerando la inserción en su seno de genes característicos de la derecha y los esbirros del imperialismo.

En definitiva, lo que se dice toda una izquierda transgénica, en el más puro sentido de la palabra.

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