La política tributaria y los enviados de Dios
A través de quienes dicen ejercer la representación de Dios en la Tierra, la Iglesia Católica opina sobre cuanta materia le viene en gana y dice defender los derechos de todos sin pasar de la retórica.
La última de estas opiniones proferidas por un ministro de Dios desató en el Paraguay una verdadera tormenta política.
Aunque la institución a la cual pertenece es la principal evasora de impuestos en la mayoría de los países, el obispo Mario Melanio Medina decidió denostar contra las instituciones democráticas paraguayas calificando de “asquerosos” a los parlamentarios, debido a la decisión del Congreso de postergar la aplicación del impuesto a la renta personal.
Un senador paraguayo respondió al obispo que debería ocuparse con más atención a los abusos de menores que cometen sus colegas, en lugar de meter sus narices donde no corresponde. Después de todo, ¿cuántos impuestos paga Iglesia Católica en Paraguay? La respuesta es inequívoca y fácil, ninguno:
Pero si la pregunta es ¿cuánto de los impuestos pagados por el contribuyente son engullidos por la misma para sus “actividades pastorales”?, la cuestión varía en cuanto a montos, cuya exorbitancia va in crescendo.
RECTORES DE LA MORAL SIN INTEGRIDAD
Mario Melanio Medina no es un personaje que desacomode en la deslucida imagen que nos ofrece hoy el catolicismo a través de sus líderes, rectores de la moral mundial que resultaron ser personajes sin atisbo de integridad, capaces de encubrir sus asquerosos crímenes como una banda mafiosa cualquiera.
Cada día que pasa, más curas son acusados de pedofilia, abuso de menores, y otros delitos semejantes, mientras que la Iglesia los encubre y protege a todos ellos, de la misma manera que fue encubierto el cura Fernando Lugo durante su proselitismo para alcanzar la presidencia del Paraguay, en ancas del pensamiento mágico, la ignorancia y la tradición autoritaria de su pais.
La podredumbre alcanza sobre todo a las altas esferas de la organización religiosa, y para descubrirlo sólo basta recordar que cuando Joseph Ratzinger (el actual Papa) era Arzobispo de Munich presidió una reunión (martes 15 de enero de 1980) en que se autorizó el traslado para encubrir a un sacerdote pedófilo, Peter Hullerman, de la congregación de Essen en Alemania a Munich.
El cura había abusado de, 3 niños en Essen.
Poco después , Hullerman volvió a las andanzas y a trabajar con niños y en 1986 fue encontrado culpable de abusar sexualmente a varios menores en una parroquia de Bavaria.
El Cardenal Ratzinger -quien también estuvo a cargo de la Congregación de la Doctrina de la Fe de 1981 al 2005- decidió no expulsar del sacerdocio al reverendo norteamericano, Lawrence Murphy, acusado de abusar de por lo menos 200 niños sordos, de acuerdo con un reporte de The New York Times.
Las acusaciones y las pruebas contra Murphy datan de 1950 a 1974. Pero cuando Ratzinger en 1996 recibió dos cartas sobre el caso por parte del Arzobispo de Milwaukee, no las respondió.
En lugar de ser entregado a las autoridades por su actividad criminal, Murphy fue transferido a otra diócesis y murió, tranquilamente, como sacerdote en 1998.
Si este es el comportamiento en las altas esferas de la iglesia, no es mucho lo que se puede esperar en cuanto a la integridad de obispos tercermundistas, sobre todo aquellos que asoman las narices con sospechosa insistencia en las cuentas temporales.
VENDEDORES DE INDULGENCIAS DEL SIGLO XXI
Melanio Medina no sólo es acusado de traficar influencias en el gobierno del cura Fernando Lugo, y de haber ubicado a su hermano como administrador de una binacional, también se descubrió que la EBY ayudó con G. 120.000.000 para la implementación del proyecto de capacitación parroquial para la promoción humana y social destinada a la parroquia(?) San Josemí de Ayolas y la Diócesis de San Juan Bautista, dirigida por el obispo comerciante en cuestión.
Otro aporte de la entidad fue de 33.400 dólares americanos para el proyecto de formación para Ministerio Laical, cuyo objetivo fue la preparación de laicos que estén capacitados para ejercer diversos ministerios al servicio de la diócesis.
Según la resolución de la EBY número 10.986/09 de fecha 15 de enero de 2009, la ayuda es para implementar proyecto de capacitación de los agentes pastorales de 30 parroquias de la Diócesis de Misiones y Ñeembucú.
El obispo Mario Melanio Medina ha ganado fama desde el advenimiento en el gobierno de Paraguay de su amigo y confidente Fernando Lugo, como el encargado de realizar los “trabajos sucios y los negociados” de Lugo.
Medina se ha convertido en una especie de gobernante de facto de amplias comarcas en el Paraguay, sobre todo las que circundan a su diócesis, y un auténtico dictador de Yacyretá.
OBISPO-DICTADOR NO QUIERE RENDIR CUENTAS
Rendición de cuenta pidieron los periodistas Joel Oviedo y Edgar Vázquez, a monseñor Mario Melanio Medina. El obispo recibió aproximadamente 380 millones de guaraníes en concepto de ayuda económica de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). El programa Sin censuras, emitido por radio Libertad F.M de San Ignacio, fue levantado a raíz de las críticas formuladas por los comunicadores.
La EBY concedió graciosamente G. 100.448.619 para ampliación del Centro Diocesano, con sede en San Juan Bautista., entre otras alegres donaciones de dinero público como las que se mencionaron más arriba.
Un diputado denunció a la prensa que Medina cuenta con recomendados en Yacyretá y tiene carta blanca en dicha Bicameral. Reiteró que sostiene que los representantes de la Iglesia hacen un daño terrible a la institución, cuando encubren al Presidente en sus inconductas y con la politización del pulpito.
“Más de una vez les desafié a estos representantes de la Iglesia a que dejen sus votos y se dediquen exclusivamente a la política” afirmò el representante.
Abandonar los asuntos terrenales derivaría en graves pérdidas crematísticas para estos obispos comerciantes, que hoy han tomado por asalto las arcas públicas del Paraguay.
Poco importa a estos mercaderes del templo de Jerusalén el enorme desprestigio causado a su propio culto por su nuevo benefactor, el obispo-presidente con hijos, Fernando Lugo, quien no deja de ideologizar el pasado para justificar sus despropósitos.
Vale mencionar con respecto a los errores cometidos por los gobiernos paraguayos del pasado, que ellos no justifican a los cometidos por los responsables de turno hoy, y menos aún se justifican que se comentan los mismos errores, como si no se pudiera aprender de una experiencia aciaga del pasado.
Un cambio real sería que no se contraten más parientes, no se realice un grotesco derroche en amantes, ni se sobrefacture con los gastos del estado, entre otras cosas, sin embargo, estos vicios se han exacerbado con las nuevas caras que treparon colgadas de la sotana de Fernando Lugo.Ya lo dijo Benavente: Perdonar supone siempre un poco de olvido, un poco de desprecio y un mucho de comodidad.
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