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Luis Agüero Wagner.
Durante un acto con la presencia del clérigo-presidente Fernando Lugo, realizado ayer en el Palacio de Gobierno, se presentó el Programa Umbral Fase II, una supuesta iniciativa del Gobierno de los Estados Unidos para encarar proyectos de lucha contra la corrupción y la impunidad, así como la promoción del Estado de derecho.
La presentación fue por demás inoportuna dado que coinció al menos con tres graves escándalos por corrupción al interior del gobierno arzobispal, como la supuesta compra de tierras hipotecadas para la reforma agraria por el triple de su valor, denuncias por evasiones en las aduanas que ponen en riesgo la solvencia del estado, y revelaciones del tráfico de influencias para la concesión de las licitaciones de juegos de azar.
Desde esta perspectiva, el supuesto combate a la corrupción que promueve la cooperación norteamericana en Paraguay hace reflexionar y dudar sobre si no se trata de una farsa más como la famosa e inexistente “guerra a las drogas” bajo la batuta del gobierno conocido como el mayor traficante de estupefacientes del planeta.
DE RODILLAS ANTE EL IMPERIO
También es significativa la suspensión del viaje turístico que Lugo pensaba emprender el fin de semana con destino a Bolivia, donde se encontraría con Hugo Chávez, Morales y otros de sus supuestos aliados, coincidente con la ceremonia en la que se compromete una vez más con el imperio a través del Plan Umbral. El precio son unos miserables 30 millones de dólares de “ayuda” norteamericana.
Sus palabras lo dicen todo:
"Es importante el apoyo del gobierno de los Estados Unidos de América. Esta iniciativa coincide con el compromiso del país y su efectiva implementación será una prioridad" afirmò Lugo, el fraudulento obispo de los pobres.
Por su parte el Ministro de Hacienda Dionisio Borda, el Domingo Cavallo paraguayo y favorito del FMI, manifestó que "el control de la corrupción es un compromiso nacional que involucra a gobernantes y gobernados, que deben sumarse para combatir al máximo los niveles de este mal social".
“El programa tendrá una duración de dos años y será financiado con una donación de 30 millones de dólares de la Corporación Desafío del Milenio y será administrada por la Agencia del Gobierno de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)” informa alegremente la misma prensa paraguaya que presentó a Lugo como un furibundo marxista adscripto a la Teología de la Liberación.
Las instituciones que serán involucradas –mejor dicho, infiltradas por la embajada imperial- serán el Ministerio Público, Poder Judicial, Contraloría, Ministerio de Hacienda, de Aduanas, Policía Nacional entre otras.
“Solo un compromiso profundo y compartido será efectivo para erradicar las prácticas corruptas, que tantos costos representan para la sociedad”, expresó el presidente Fernando Lugo durante el acto. “Juntos vamos a combatir el contrabando, la evasión, la piratería y la falsificación, fortaleciendo así el Estado de derecho”, aseguró por su parte la embajadora Liliana Ayalde, ex operadora del Plan Colombia, donde acopió vasta experiencia sobornando con fondos de USAID.
“Lograr el desarrollo del país requiere reducir al mínimo la corrupción, de lo contrario los recursos de por sí escasos no se logran invertir en las necesidades de la población y se debilitan los consensos", aseguró el ministro Boda durante el acto , que se desarrollaba en forma paralela a bochornosas denuncias de corrupción, tráfico de influencias y negociados dentro del gobierno del cual forma parte.
El ministro de Hacienda dijo también, sin que se le caiga la cara de vergüenza, que “el combate a la corrupción es para el gobierno no sólo un compromiso ético, sino un compromiso para lograr un cambio y un desarrollo nacional.
"En nombre de la voluntad y del mandato de lo gente convocamos a todos los paraguayos para luchar contra la corrupción y lograr que los próximos años podamos alcanzar prosperidad y justicia en el país", enfatizó ante la prensa, que a duras penas pudo contener una carcajada. La palabra, como lo dijo Michel Eyquem de Montaigne, es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha.
El presidente de la República, Fernando Lugo, en su discurso, se sometió a la liturgia de rigor agradeciendo a la embajadora de Estados Unidos, Liliana Ayalde, por el apoyo que recibe Paraguay, algo que lleva sucediendo por 70 años sin mayor resultado.
"La dignidad de la Nación y la promesa de cada uno está en juego. Si faltáramos a ella Dios y la Patria nos demandará", concluyó Lugo, mientras comprometía la soberanía de su país por dólares imperialistas, para colmo en un salón de la sede gubernativa que se denomina “Salón Indenpendencia”..
EL PLAN UMBRAL
El aporte para la supuesta lucha contra la corrupción y la impunidad, así como el fortalecimiento del estado de derecho, consiste en 30.3 millones de dólares donados en el marco del Plan Umbral - Desafíos del Milenio, que incluye seis componentes principales. Se incluyen entre ellos el fortalecimiento de la capacidad administrativa del Ministerio Público, para “contar investigadores y fiscales competentes”, según expresa el documento.
Además se asume el supuesto compromiso de mejorar los sistemas de control interno de las entidades, ministerios, en contribuir con la labor de Contraloría General de la República y aumentar las sanciones contra los hechos de corrupción, en lo correspondiente al Poder Judicial. El Plan implica también un supuesto fortalecimiento en la protección a la propiedad intelectual el fortalecimiento de Aduanas y de la Policía Nacional, en cuanto a mejorar la comunicación institucional y fortalecer el sistema 911, todos ellas instituciones que a medida que aumenta la ayuda norteamericana funcionan de manera cada vez más desastrosa y corrompida.
El supuesto Plan tiene una vigencia de dos años tiene un “impacto directo en la vida de los ciudadanos”, según manifestó en el lanzamiento la embajadora norteamericana, Liliana Ayalde. “Consiste en un compromiso de los Estados Unidos en donar, en función de la lucha contra la corrupción”. Este plan supuestamente busca además potenciar el sistema de salud, para superar las carencias y fortalecer el estado de derecho, dijo la embajadora.
Aunque las metas nunca se cumplen, el gobierno norteamericano se da maña para renovar la lealtad del gobierno de turno, en este caso el del supuesto “izquierdista” y chavista Fernando Lugo, tantas veces mencionado como integrante del progresismo y anti-imperialismo latinoamericano por la prensa mediática y sus corifeos.
Es que las palabras, como afirmó el escritor español Franciso de Quevedo, son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una.
LAW
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