Los escándalos del presidente paraguayo Fernando Lugo encabezaron titulares, generaron todo tipo de bromas y hasta impulsaron una campaña estatal de paternidad responsable.
Pero dos semanas después de conocerse la primera denuncia de filiación en contra del ex obispo católico, muchos paraguayos reclaman un retorno a la tranquilidad para que el mandatario se ponga a gobernar.
Tres mujeres declararon públicamente haber tenido hijos con Lugo, dos de ellas antes de que colgara la sotana para dedicarse a la política. El mandatario reconoció a uno de los niños, quien desde el jueves lleva el apellido del jefe de Estado, y dejó los otros casos en manos de la justicia.
La imagen de Lugo como gobernante “honrado” cayó un 16 por ciento a 48 por ciento, según una encuesta divulgada la semana pasadaAnalistas creen poco probable que el asunto acabe con el Gobierno, aunque muchos paraguayos dicen sentirse burlados por un presidente que era considerado moralmente intachable y que enarboló la bandera de la honestidad en su carrera al poder.
La imagen de Lugo como gobernante “honrado” cayó un 16 por ciento a 48 por ciento, según una encuesta divulgada la semana pasada, en medio de críticas hacia el presidente por haber eludido su responsabilidad como padre.
La abogada de una organización no gubernamental que trabaja con mujeres violentadas dijo que Lugo era culpable por el “abandono criminal” de uno de los niños que reclama su apellido por las condiciones de pobreza en que vive.
Su madre, Benigna Leguizamón, es una humilde vendedora de detergentes que reside en una diminuta casa con paredes de madera y mantiene a sus cuatro hijos ya que su marido está enfermo y postrado en una cama.
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