SACERDOCIO Y ABERRACIONES SEXUALES
by Javier Valenzuela Tuesday, Apr. 14, 2009 at 7:47 PM
La confesión del obispo Fernando Lugo de haber abusado de una menor
siendo sacerdote, reabrieron un ya gastado debate sobre la relación
entre sacerdocio y aberraciones sexuales.
Hasta que la opinión pública de Estados Unidos, siempre sedienta de
transparencia, lo ha situado en el primer plano de la actualidad, el
tema de la relación entre la Iglesia católica y la pedofilia era tabú. Y
sin embargo, mucha gente sabía, por experiencia propia o testimonios de
otros, de casos de curas y frailes proclives a los 'tocamientos' en
colegios religiosos, ejercicios espirituales y sacristías.
Así, por ejemplo, sin alejarnos de los días en que se produjo el
escándalo de Boston, encontramos que tras descubrirse el encubrimiento
de las decenas de delitos sexuales del padre Geoghan, su encubridor, el
cardenal Law, quiso cubrirse las espaldas (demasiado tarde para las
víctimas, claro) denunciando a otros 87 sacerdotes pedófilos de su
archidiócesis de Boston. El 25-2-2002, el arzobispo Juliusz Paetz, de
Poznan, Polonia, fue acusado de agredir sexualmente a varias decenas de
sacerdotes y seminaristas de su propia diócesis. El 10-3-2002, dimitía
el obispo Anthony J. O'Connell de Palm Beach, Florida, tras admitir que
había abusado sexualmente de dos jóvenes. Un caso más, tras los de
Massachusetts y los de varias parroquias de Rhode Island. En España, el
14-2-2002 era detenido y encarcelado el párroco de Casar de las Hurdes
por su vinculación a una red de pornografía infantil. El 8-3-2002 se
denunciaba en la prensa un caso que llevaba años paralizado en el
juzgado: la querella contra un influyente sacerdote que abusó
sexualmente de al menos una niña mientras era juez eclesiástico, ...
Ahora la Iglesia está a la defensiva y, tras la cumbre de cardenales
norteamericanos en Roma, proclama que dejará de amparar a sus miembros
corruptos. Pero la tormenta está desatada, y con ella la gran pregunta:
¿existe una relación particular entre el sacerdocio y la pedofilia,
paidofilia o pederastia, palabras que designan la atracción sexual de un
adulto por chicos o chicas impúberes?
Cuatro de los seis psiquiatras y psicólogos entrevistados para este
reportaje dan una respuesta afirmativa. Desde Nueva York, donde ha sido
durante muchos años presidente del Sistema de Sanidad y Hospitales
Públicos, Luis Rojas Marcos es el más contundente. 'La Iglesia, por el
celibato, por el enclaustramiento, por el secretismo y por el poder
divino de persuasión y seducción que otorga a sus ministros, es un imán
de pedófilos y pedófilas y un caldo de cultivo ideal de actividades
pederastas', afirma este psiquiatra sevillano de 58 años. 'Cuando las
vocaciones eran populares, aunque no se hacían pruebas psicológicas de
admisión, los seminaristas pervertidos se diluían entre una mayoría de
gente normal.
Pero al reducirse las vocaciones, la necesidad de admitir en los
seminarios a todos los llamados, sin hacer preguntas, ha resultado en la
entrada en la Iglesia de una preponderancia de curas y monjas con
problemas psicológicos, y en particular con tendencias abusadoras
pederastas'.
El fenómeno de bajada del listón en las admisiones señalado por Rojas
Marcos está siendo muy debatido dentro y fuera de la Iglesia católica de
EE UU. 'A causa de la insistencia de Roma en el celibato, el sacerdocio
se está convirtiendo en una profesión gay', escribe Donald B. Cozzens,
ex rector de un seminario norteamericano, en su reciente libro The
changing face of the priesthood. Y todos los profesionales consultados
coinciden en que la pederastia es una tendencia abrumadoramente
masculina y más común entre homosexuales que entre heterosexuales.
Hechos objetivos
Autor de Infidelidad y desamor y con consulta privada en Barcelona, Joan
Corbella, tarraconense de 56 años, se atiene a 'dos hechos objetivos'.
'Uno', dice, 'es que los sacerdotes viven una sexualidad conflictiva, el
celibato les causa un serio problema de insatisfacción sexual; el otro
es que muchos tienen una relación particular con niños y adolescentes,
una relación tanto de autoridad como de cercanía. Y si se juntan esos
dos hechos se facilita el que aparezcan conductas pederastas. En el
sacerdocio se pueden producir conductas pederastas en personas que no
las tendrían con una vida sexual normal'.
Corbella no cree que 'haya ahora una epidemia de pederastia en la
Iglesia. Esta práctica', dice, 'ha existido siempre en esa institución;
lo que pasa es que ahora se ha abierto la veda informativa, ahora se
habla del asunto'. El psiquiatra catalán estudió en un colegio de
maristas, pero no tiene memoria de manifestaciones de pedofilia. 'Yo
debía de ser un chico feo', bromea.
En cambio, Francisco Alonso-Fernández, que tras haber sido presidente de
la Asociación Española de Psiquiatría y Psicopatología lo es de la
Asociación Europea de Psiquiatría Social, recuerda que también estudió
en los maristas de su Asturias natal, y añade: 'Teníamos identificados
al 20% de los hermanos como tocones'.
Intolerable abuso de poder
'Entre los niños que hemos sido educados en centros religiosos es raro
el que no ha tenido que defenderse de un abuso de ese tipo', dice
Alonso-Fernández, que a sus 76 años mantiene su consulta abierta en
Madrid. 'Si consideramos', continúa, 'que un perfil típico del agresor
en los casos de pedofilia suele ser el de un varón soltero y con
frecuencia un educador, puede establecerse una conexión con los centros
religiosos de enseñanza'. Alonso-Fernández está convencido de que 'hay
una correlación entre la soltería, por no hablar del celibato, y la
pedofilia' y de que 'el cura o fraile pedófilo tiene un contexto más
favorable para desarrollar su perversión'.
Carlos Castilla del Pino tiene la misma impresión. 'Voy a contar en el
segundo tomo de mis memorias que durante unos siete u ocho años, en
pleno franquismo, fui asesor del seminario jesuita de Córdoba, que
dirigía el padre Fernández-Cuenca, muy estricto a la hora de plantar en
la calle a todos aquellos que buscaban la coartada del sacerdocio para
una homosexualidad reprimida', dice el prestigioso psiquiatra, nacido en
la provincia de Cádiz hace 79 años y que sigue manteniendo abierta su
consulta en Córdoba. 'Me mandaban seminaristas problemáticos para que
los estudiase y resultaba que muchos eran homosexuales. Si la pedofilia
entre los sacerdotes y frailes aún es tabú, imagínese en aquella época.
Pero terminaban por salir casos, y recuerdo el de algún cura pedófilo
que, pese a ser el acusado, entró en el tribunal por el despacho del
presidente, para escándalo de los denunciantes'.
Castilla del Pino cree que es 'posible' afirmar que hay una relación
especial entre sacerdocio y pedofilia. 'En los internados religiosos de
mis tiempos, y yo estudié en uno de salesianos, era evidente el número
cuantioso de clérigos con signos de pedofilia. Quizá', dice, 'el
sacerdocio sea una coartada inconsciente para la homosexualidad y la
pedofilia. Pero si la homosexualidad ya no plantea mayores problemas, y
de hecho hace años que los homosexuales no consultan a psiquiatras, la
pedofilia sí. Es un problema enorme, una forma de estupro, una
manifestación intolerable de abuso de poder'.
La confesión del obispo Fernando Lugo de haber abusado de una menor
siendo sacerdote, reabrieron un ya gastado debate sobre la relación
entre sacerdocio y aberraciones sexuales.
Desde su medio siglo de experiencia profesional, Alonso-Fernández estima
que si tras siglos de encubrimiento y silencio, si hoy se habla de este
asunto es sólo a causa de la mayor libertad de expresión. 'Realmente',
dice, 'las mechas ardían por todas partes, producían fuegos parciales;
lo que ahora ocurre es que se han convertido en una gran hoguera'. Para
evitar consumirse en ese fuego, la Iglesia debería arrodillarse en el
confesionario de la opinión pública. "
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